BEIJING.- El hallazgo de un fósil de dinosaurio volador de la familia de
los Terópodos en el noreste de China podría ayudar a aclarar el
misterioso origen de los pájaros. Los científicos chinos creen que éste
podría ser "el eslabón perdido" entre dinosaurios y pájaros modernos.
Una
información de la agencia oficial Xinhua recoge declaraciones del
profesor Ji Qiang, de la Academia China de Geología, quien aegura que
esta especie guarda un estrecho parentesco con el Archaeopteryx, la
especie voladora más primitiva conocida por el hombre, descubierta en
Alemania en 1860.
El fósil, que ha recibido el nombre de
Shenzhouraptor Sinensis (Shenzhou significa "Tierra Divina" en chino),
fue descubierto el pasado mes de mayo en el distrito de Yixian
(provincia de Liaoning).
Teorías contradictorias
A lo largo
de los últimos 150 años, los especialistas se han aventurado a divulgar
un gran número de teorías contradictorias sobre el proceso de evolución
de los pájaros, que se podrían resumir en dos: los pájaros descienden
directamente de los dinosaurios o proceden de los reptiles
primigenios.
"Este
hallazgo podría ser ese eslabón perdido que los expertos hemos echado
de menos durante décadas entre dinosaurios y pájaros modernos. Aunque no
tenemos la respuesta definitiva, este hito avivará con seguridad el
debate sobre la auténtica definición de los pájaros", augura Ji.
Este
animal, que vivió supuestamente hace millones de años, se caracterizaba
por la ausencia de dientes, contaba con unas extremidades posteriores
más largas que las anteriores, una larguísima cola, más de 20 vértebras
caudales y un esternón con forma de U.
Además, debía tener unas
alas con una gran capacidad de tracción, a la vista de su tamaño, lo que
sumado a la forma de su pelvis, extremidades, omóplatos y alas, nos
garantiza que podía volar, asegura.
Capacidad voladora
En
cambio, Ji no se decide a aventurar las distancias que este animal
podría cubrir en su vuelo, aunque apunta que su cola -factor esencial a
la hora de orientarse y mantener la estabilidad en el aire- es
definitivamente más larga que la de su pariente lejano, el
Archaeorteryx.
A la vista de sus pezuñas (rectas y poco
flexibles), el Shezhouraptor no parece, en cambio, capacitado para
trepar árboles, agarrar ramas y deslizarse, pero sí podía correr a gran
velocidad y desplazarse por las laderas de las montañas.
"Aunque
esta nueva especie se decanta a favor de la tierra firme -correr y
volar-, no se puede descartar la versión arbórea en el estudio de
futuras especies", precisa.
El profesor chino relata que
"probablemente, los pequeños carnívoros y los dinosaurios omnívoros o
vegetarianos evolucionaron en dos familias de pájaros diversificadas
entre sí. Unos pájaros podían correr rápido para evitar a los
depredadores y otros tenían la innata capacidad de volar".
Dinosaurios con plumas
El
equipo de geólogos de Ji ya había asombrado al mundo a finales de los
años 90 con el hallazgo del Sinosauropteryx, el Protarachaeorteryx y el
Cuadirteryx, todos dinosaurios terópodos no voladores, pero equipados
con plumas envolventes.
"Este caso es diferente. El
descubrimiento del Shenzhouraptor ha cubierto un hueco en el estudio de
la evolución de los animales. El debate sobre el origen de las especies
ha abierto una nueva brecha", subraya Zhang Hongtao, subdirector del
Departamento Chino de Geología.
Aunque los expertos no han podido
describir paso por paso y con exactitud la evolución del dinosaurio en
el pájaro, el descubrimiento de esta especie voladora -al tiempo que
terrestre- podría culminar una búsqueda que se inició alrededor de los
años 50 del siglo XIX con las investigaciones de Darwin, autor del
"Origen de las Especies".
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